lunes, 7 de julio de 2014

QUE GRANDE ERES RUTH



Lo has conseguido, y solo tú podías conseguirlo con esta entereza y valentía. La vida a veces pone piedras en el camino, unas veces piedras pequeñas, otras veces grandes, y otras veces rocas del tamaño de icebergs.

No me imagino la incertidumbre con la que se debe vivir en los momentos previos a que te digan que tienes algo de semejante magnitud cuando se van viendo las sospechas de que algo no va bien. Y por eso me quito el sombrero por cómo has afrontado todo desde el primer momento, dijiste que ibas a luchar sin descanso y así ha sido, dijiste que nada te quitaría la sonrisa de la cara y aunque supongo que ha habido momentos duros cada vez que nos veíamos me reconfortaba mucho ver la fuerza y vitalidad que desprendías. Joder que ovarios tienes.

Recuerdo el fiestón que nos dimos gran parte de tus amigos del trabajo y tú unas noches antes de que nos contaras lo que tenías. Quiero que sepas que fue una pasada compartir una noche de tantas risas, bailes y viaje de vuelta a casa con anécdotas varias que se que siempre lo vamos a recordar con un poco de descojone y buen rollo como ya nos ha pasado varias veces. Ahhh, y gracias por ese clínex salvador, no sé qué hubiera pasado si no me lo hubieras dado, mejor no pensarlo jaja.

Cada día contigo en el cole no es un día cualquiera, el buenrollismo que desprendes y las risas que uno tiene asegurado cuando coincide contigo hay pocas cosas que puedan igualarlo. Estos meses se te ha echado mucho de menos y como mola saber que en septiembre estos momentos tan buenos volverán a convertirse en esa rutina diaria que tanto se agradece.

Es difícil que alguna noticia o algún acontecimiento pueda superar la alegría que he sentido al conocer que al final ha salido todo bien, de hecho aunque últimamente he podido disfrutar de grandes momentos con gente y con otras cosas que considero importantes en mi vida, la noticia de tu recuperación es sin duda la mejor noticia que he podido disfrutar en muchos años.

Gracias por todo lo que me has ayudado desde que nos conocemos, gracias por las buenas palabras que siempre tienes hacia mí y gracias por haberme dejado animarte y apoyarte en estos últimos meses. Eres muy grande Ruth.

Y gracias por haberle dejado dedicarte estas humildes líneas a un amigo que te aprecia y que TE QUIERE  un montón.
Paco.