viernes, 12 de mayo de 2017

ORGULLOSOS, Y CADA DÍA MAS


Podrán llamarlos locos, podrán llamarnos perdedores, podrán llamarnos segundones, y aún así seguirán a años luz de nosotros y no me refiero en cuanto a títulos. Esos que justifican cualquier derrota suya con un "pero salimos reforzados" son los que hoy vienen dando lecciones morales de como es posible que uno pueda sentirse orgulloso y feliz cuando su equipo ha perdido.

La respuesta es fácil: porque no tienen ni puta idea de lo que es seguidor de un equipo, porque si solo presumes cuando ganas y agachas la cabeza, te escondes o despotricas contras tus jugadores cuando las cosas te van mal (silbidos incluidos a tu mejor jugador) es porque ese club realmente no te importa una mierda, o lo que es lo mismo, te mola ese equipo pero por puro postureo. Si ganas eres el primero en presumir pero si pierdes desapareces de la faz de la tierra hasta nuevo aviso, como si te diera vergüenza que otros se puedan reír de ti como cuando tu lo haces con otros cuando les ganas, que ahí tu nunca pierdes la oportunidad para soltar el típico yo soy "mas guapo", "mas alto" y "tengo mas dinero que tú" (supongo que se entiende a que me refiero con la guapura, altura y pasta)... ay amigo, y anda que no los hay así, en todas las familias conocemos a mas de uno. Y luego tienen la desfachatez de decir que que se siente, yo de primeras siento alivio por no ser así, y a mucha honra.

Ver saltar durante 90 minutos a 50.000 personas con la noche de perros que hacía, y mas tras el gol que lo ponía todo cuesta arriba y que a medida que pasaba el tiempo se veía que ya era imposible remontar es algo que en el campo de esos que tanto presumen de sus logros jamás podría darse, precisamente porque ellos solo entienden las cosas si van bien, si van mal toca huida en masa, y hasta a veces cuando ganan huyen, porque por mucha lluvia que cayera al final del partido es bastante triste que las caras de los "perdedores" de la noche fueran mucho mas felices que las de los que acababan de pasar a la final, que estaban mas preocupados de huir a refugiarse para no mojarse de la lluvia que caía que de celebrar con sus jugadores la victoria en la eliminatoria, o de ver si eran capaces de ponerse un chubasquero con ayuda, cosa para la que hay que tener mínimo un máster para saber ponerse imagino (porque si muchos se sienten superiores intelectualmente por decir que tienen 11 Champions, es que debe ser dificilísimo y casi un milagro saber ponerse un chubasquero digo yo); así pasa, que salen los jugadores a celebrarlo y no duran ni un minuto porque no hay ni dios esperándoles.

¿Quién ganaba y quién perdía realmente?
¿Y que porqué estábamos felices y orgullosos el miércoles noche? Pues es fácil. Porque este equipo nos prometió que podíamos soñar, que se iban a dejar la vida tras haber fallado una semana antes porque no querían fallarnos mas, y no nos fallaron. No se remontó la eliminatoria, pero volvieron a demostrar que por estos colores mueren, y eso es suficiente razón para estar orgullosos de ellos, de estar felices de seguir a gente que siente los colores del escudo de su camiseta y no a gente que va pregonando ante la prensa una falsa humildad por haber nacido en un barrio obrero y en el campo intenta que sus compañeros finjan agresiones para que expulsen a un rival (que las cámaras te han dejado retratado camero), supongo que esa "deportividad" no merecerá que la prensa hable de ella ya que la practica uno de los suyos (porque todos sabemos que la prensa está al servicio de quién está, su excelencia Florentineza), si fuera alguien a orillas del Manzanares daría para programas de radio y televisión durante una semana mínima seguro, igual que se tapó la agresión a un hincha atlético la semana pasada por esa afición ejemplar que nunca hace nada. O los malos somos nosotros o ya sabemos que de lo contrario se tapará como sea para que parezca que nunca ha sucedido.

Orgulloso de ver como toda esa prepotencia que tenéis cuando os proclamáis los mas grandes solo la ponéis en práctica cuando os viene bien a vosotros, mientras nosotros haga sol, truene, llueva o nieve siempre estamos ahí demostrando que estos colores están por encima de lo que pueda ganarse con ellos, hay derrotas que son mucho mas que un triunfo, y la de anoche fue una demostración mas, aunque sigáis sin entenderlo.

Nada ni nadie nos va a decir como nos tenemos que sentir ni lo que podemos soñar, eso solo lo decidimos nosotros. 

Hasta mas ver.

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