miércoles, 17 de julio de 2013

ENTRE PITOS Y FLAUTAS EL CICLISMO YA NO MOLA

Mes de Julio, mes de Tour, así ha sido siempre desde que soy bien pequeño y salvo causa mayor o pereza extrema por mi parte pocas etapas me he perdido por mucho que siempre las 10 primeras etapas de la ronda francesa siempre invitaran a una siesta eterna con etapas larguísimas y planas aburridas a mas no poder. Pero aún así me las tragaba.

Y es que aunque pudiera haber un gran número de etapas sin chicha ni limoná el pelotón hasta hace unos años lo componían ciclistas nobles, luchadores y que disfrutaban montando en bicicleta. Pero esto se acabó cuando aparecieron dos cosas, una los pinganillos, y otra, de manera mas salvaje, el doping.

Lo de los pinganillos es una estafa al ciclismo total, ya que vas a tener que hacer en todo momento lo que te vayan ordenando desde el coche de tu director. Un timo total. Antes cada uno atacaba cuando le venía en gana, y se atacaba de verdad, nada de saltar unos metritos por delante para 'probar' a ver como va el hombre fuerte del pelotón de cada momento. Si se ataca se ataca en serio, no esas gilipolleces, que además están demostradas que al que mas perjudican es al tonto de turno que las hace. Los ataques de verdad son los que se hacen sin mirar atrás, pensando nada más en ti mismo, si alguno te quiere seguir cuando atacas que te siga, que se busque la vida en intentar seguirte, pero lo de estar mirando cada 5 metros preocupado en si te sigue alguien no hace sino demostrar que estás haciendo el payaso y perdiendo el tiempo.

Y luego está el tema que se está cargando el ciclismo y muchos otros deportes como el atletismo, el doping: Es triste que desde hace 20 años no haya ningún podium del Tour limpio por completo de dopaje, estando siempre alguno de los 3 que logran subir a lo mas alto implicado tarde o temprano en escándalos de dopaje por positivos en controles.

El caso mas sangrante como bien es sabido es el de Lance Armstrong, que se estuvo riendo de este bonito deporte y de todos sus aficionados desde que logró su primer Tour allá por el 1999, dopándose hasta las trancas para "robar" (que no ganar) el Tour 7 veces consecutivas. Los equipos Festina, Cofidis y Rabobank confesaron también doparse a lo bestia durante años de manera continua, y gran parte de los que han luchado por ganar (e incluso ganado) alguna ronda gala han dado positivo por uno u otro motivo. Repasando nombres salen Zulle, Pantani, Riis, Ullrich, Virenque, Julich, Beloki, Rumsas, Vinokourov, Kloden, Basso, Leipheimer, Kohl, Contador (al que por mucho que nos duela le pillaron)... telita.

Y si a eso le sumas las dudas que generan (no se si merecidas o inmerecidas) ciertos corredores que irrumpen de manera fulgurante en lo mas alto cuando han estado años sin ganar nada, como es el caso de Froome, por mucho que a él le cabree que se lo insinúen. 

Froome ha sido profesional desde 2007 y hasta el 2011 no consiguió ninguna victoria como profesional, y desde ahí se le ha visto ser el mas fuerte en todas las grandes vueltas que ha participado casi siempre (sospechoso pasar de nada a lo máximo de la noche a la mañana). Y vista su última ascensión al Mont Ventoux, atacando a la gente sin levantarse de la bici y prácticamente igualando el récord en la subida que consiguió Armstrong en su etapa de ir puesto hasta las cejas no hace sino generar mas dudas en su contra. Hay que darle el beneficio de la duda y la presunción de inocencia, de acuerdo... pero ya lo han dicho varios ciclistas últimamente, el Tour a día de hoy no se puede ganar yendo limpio, porque siempre habrá alguien que vaya dopado y se beneficie de ello. Así que estoy seguro de que de este Tour tarde o temprano se conocerá a algún ciclista que se haya estado dopando. Tiempo al tiempo.

Hasta que estos dos problemas no sean erradicados, el ciclismo no volverá a ser lo que fue.

Hasta mas ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario