Pues nada, habemus día para la final de Copa: Viernes 17 de mayo a las 21.30 horas.
Desde hace años, la Copa del Rey lleva siendo una pantomina de torneo por dos grandes motivos como son su horrorosa organización en lo que eliminatorias se refiere y que nunca se sabe de antemano ni el día ni la ciudad que acojerá la final cada temporada. En otros países, pese a que decimos que tenemos la mejor liga del mundo están a años luz en lo que a organizar este torneo se refiere.
En Inglaterra se sabe desde antes de empezar la temporada que todos los años la final será en Wembley, la juegue el Arsenal, el Chelsea, el Manchester, el Liverpool o quién sea. En Francia se juega en el Parque de los Príncipes de París llegue el PSG, el Marsella, el Lyon o quien sea. En Alemania se juega siempre en el Estadio Olímpico de Berlin llegue el Bayern, el Borussia, el Herta o cualquier equipo alemán. Así da gusto.
Tener las cosas bien organizadas demuestra ante todo seriedad, justo lo que le lleva falta a esta competición desde hace lustros, por no decir que el sistema de partido único que se utiliza en todos esos países hace de la Copa una competición mucho más atractiva, llena de sorpresas (que son buena para la competición) y hace que cualquier equipo que la dispute la dispute con ganas (no hay más que ver lo emotivo e inolvidable que debió ser para los equipos del Swansea y el Bradford jugarse la final de la League Cup, la segunda Copa de Inglaterra, hace bien poquito). Aquí mientras las cosas no cambien mucho, y salvo que se reduzcan las enormes diferencias que existen entre los dos principales equipos de nuestra liga con el resto mientras se siga jugando a doble partido, las finales Real Madrid-Barcelona (aunque ésta no sea la de este año) las vamos a ver muchas veces en los próximos años en mi opinión si no se cruzan entre ellos por el camino como ha sido el caso esta temporada.
Y ahora llegan las dos cosas que más me encabronan de esta final: La primera es que se juegue un viernes, un auténtico insulto al fútbol y a sus aficionados, debido a que TVE tiene que dar sí o sí el sábado 18 ese festival cada año más casposo, cada año más absurdo y cada año más deficitario para los españoles (porque ese festival lo pagamos todos) como es el festival de Eurovisión. ¿Es que todavía no se han dado los iluminados que digan que España tiene que ir cada año a ese festival que no pintamos nada, que llevemos a quien llevemos no vamos a ganar y que año tras año siempre nos quejamos de que es un mamoneo tremendo porque los países cuantos más vecinos tengan más posibilidades tiene de ganar? Pues ni con esas, nos cambian el fútbol para que desde que se acaben las votaciones un año más volvamos a quejarnos de lo mismo.
Y lo segundo, la RFEF se va a quedar para ella la friolera de 24.000 entradas. ¿Para qué coño necesita tantas entradas esa Federación comandada por el corrupto de Villar? Que 12.000 aficionados tanto de Real Madrid como de Atlético de Madrid se vayan a tener que quedar sin ir al campo para que el señorito Villar y todo su séquito se pongan a regalar entradas que luego hasta por desgracia ni se llegan a ocupar es una auténtica vergüenza. La Federación pone como excusa que tiene muchos compromisos, lo dicho, de vergüenza. 24.000 guantazos les daba yo a los de la Federación.
En alguna de las últimas ediciones de la Copa del Rey la gente de ciertas aficiones ha expresado su malestar con ciertos representantes de nuestro país pitando el himno. Este año parece que en principio esto no va a ocurrir, pero a mí me encantaría que el que se llevara una sonora pitada de los 60.000 aficionados de ambos equipos que ese día estarán en el Santiago Bernabeu es el sinvergüenza de Villar y todos sus séquitos. Gentuza, que sois gentuza.
Así que lo dicho, por mi parte, tanto Eurovisión como TVE como la RFEF se pueden ir A LA MIERDA.
Hasta más ver.
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